El 31 de mayo habrá una procesión extraordinaria con motivo del Jubileo 2025

Jubileo 2025 en Zaragoza
El próximo 31 de mayo de 2025, Zaragoza está previsto que acoja una procesión extraordinaria como parte de las celebraciones del Año Jubileo 2025, convocado por el Papa Francisco en la bula Spes non confundit. Esta procesión, de la que formarán parte las Cofradías de Zaragoza, promete convertirse en uno de los actos más destacados de un año lleno de espiritualidad y devoción.
El Jubileo, que comenzó el 24 de diciembre de 2024 y se extenderá hasta el 6 de enero de 2026, ofrece a los fieles la oportunidad de obtener la Indulgencia Plenaria cumpliendo las condiciones establecidas por la Penitenciaría Apostólica. Este privilegio también estará disponible en diversos lugares sagrados de Zaragoza, como la Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar, la Parroquia Basílica de Santa Engracia y la capilla del Hospital de San Juan de Dios.
Zaragoza se prepara para el Jubileo con una procesión especial
La procesión del 31 de mayo será un momento clave dentro del calendario jubilar de la Archidiócesis de Zaragoza. Aunque los detalles del recorrido y las cofradías participantes aún no se han confirmado, se espera una alta participación tanto de fieles como de visitantes. Este tipo de eventos no solo refuerzan la identidad religiosa de la ciudad, sino que también impulsan su atractivo cultural y turístico.
El Jubileo 2025 también incluye la posibilidad de peregrinar a otros lugares sagrados de la diócesis, como el Templo del Milagro de Nuestra Señora del Pilar en Calanda y la Basílica de Santa María de los Corporales en Daroca. Estas peregrinaciones, junto con actos litúrgicos como la Eucaristía y el rezo del Rosario, son esenciales para quienes buscan la indulgencia.
Un mensaje de reflexión para el Año Jubileo 2025
El Jubileo es una oportunidad para la renovación espiritual y el compromiso con obras de misericordia. La Penitenciaría Apostólica ha destacado la importancia de abstenerse de distracciones y consumos innecesarios, así como de compartir con los más necesitados. Estas acciones, junto con la participación en los actos jubilares, fortalecen el sentido comunitario y la fe.
La procesión del 31 de mayo se presenta, además, como un eco del mensaje de fin de año del presidente Azcón, quien ha subrayado la importancia de Zaragoza como un referente cultural y espiritual en el contexto nacional. Este evento no solo celebra la fe, sino que también posiciona a la ciudad como un lugar de encuentro y tradición.
Con el Jubileo en pleno apogeo, Zaragoza se reafirma como un destino que combina su rica historia con un presente lleno de iniciativas para fomentar el turismo religioso y la cultura. La procesión extraordinaria será, sin duda, un reflejo del espíritu del Año Santo y un momento de unidad para todos los que decidan participar.